Meditar en cuán grande amor Dios muestra día a día por nosotros es impresionante. Nuestro Padre Celestial lo ha dado todo por amor, incluyendo a su único hijo: Jesús. El Hijo del Hombre, se dio por completo, en obediencia al Padre y en amor a nosotros. Esta clase de amor es lo que se le conoce como amor ágape. Es ese amor que no pone límites ni condiciones, que sólo toma en consideración el bien del ser amado y no el propio.
Es mi anhelo que en estos días tomes un tiempo para contar tus bendiciones y puedas ser consciente de que el amor que Dios te ha mostrado ha sido incondicional, desmedido, sacrificado, es un amor que duele, pero que su vez le satisface cuando le es correspondido. Jesús, es nuestro máximo modelo a seguir y él nos invita a emular esta clase de amor. Amemos, sirvamos por amor y descansemos en Su amor. Amemos a Dios y a nuestro prójimo, así como lo hizo Jesús.
Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo único para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
Juan 3:16 (PDT)
Jennifer Maurás
Copyright © 2020 Pote De Sal
Todos los derechos reservados potedesal.com