Recuerdo la primera vez que Lito me habló acerca de Pote de Sal y de cuál sería mi rol en el blog. El detalle es que cuando me dijo que mi enfoque sería adoración me pareció conveniente. En ese momento me encontraba en el ministerio de adoración y tenía ese acceso directo a la adoración ministerial. Sin embargo, Dios es experto cambiando nuestro entorno. Entonces, ya para mi primer escrito no estaba en un ministerio pues Dios decidió que yo tomara otro camino. Para mi sorpresa he aprendido más de adoración fuera del ministerio que lo que aprendí dentro de él. No me malinterprete, amo el llamado que Dios me ha dado, sin embargo aprendí que no es todo, que no es necesario y que de ninguna manera define mi identidad como hija y adoradora de mi Padre.

Cuando que lean mis escritos quiero que recuerden una cosa: siempre les hablaré de mi experiencia de vida y de lo que yo he pasado personalmente. No tendría la audacia de hablar de algo en lo cual Dios no se me ha revelado a mí. Tengo muchos pensamientos para este escrito pues se ha ido desarrollando dentro de mí poco a poco. Antes de hablar de la experiencia les cuento que me apasiona mucho la adoración espontánea. En la palabra se habla de nuevos cánticos un sin número de ocasiones y hace sentido; siempre hay algo que decirle a nuestro Padre. Dios mismo se manifiesta a través de esos cánticos.

“Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.» ‭‭Salmos‬ ‭40:3‬

Estaba acostumbrada a tener un cántico espontáneo, compartirlo con el ministerio y antes de que acabara el servicio lo cantábamos a una voz y se repetía, era algo hermoso. Sin embargo, muy dentro de mí paraba de adorar para concentrarme en buscar rimas, para enfocarme en que fuese algo que las personas pudieran captar y en ese momento se perdía la intención de Dios detrás del cántico espontáneo. Y sí, hay ocasiones en que los cánticos espontáneos son para el disfrute del pueblo, para la adoración como un solo cuerpo; mas he aprendido que los cánticos espontáneos, en su mayoría, son nuestro ser clamando por nuestro Padre en un momento de conexión vertical en lugar de conexión horizontal. 

Hace algunos domingos que he tenido una experiencia recurrente y es de donde nace este escrito y a través de lo cual Dios abre mi entendimiento a esto. Cada domingo en la adoración como pueblo se deja al espíritu fluir en espontáneo, como dije anteriormente: nuestro ser clamando a Dios. Y cuando digo fluir no hablo solamente de las personas que Dios ha escogido para cantar con un micrófono sino de todos a los que nos ha dado voz para cantar sus hermosas cualidades. Entonces hace ya cuatro domingos que en mi fluír espontáneo canto letras hermosas y reconozco que es el Espíritu Santo pues no pienso ni organizo mis pensamientos sino que simplemente abro mi boca y le dejo hacer Su voluntad. El primer domingo paré de cantar para escribir la letra, para mi sorpresa cuando la leí luego ya no recordabala melodía. El segundo domingo intenté grabar lo que cantaba pero igual, olvidé la melodía y luego de eso decidí que no haría nada con los cánticos que Dios me diera en ese momento íntimo con Él. Y fue entonces que Dios me habló de la importancia de disfrutar nuestro momento con Él.

Me temo que la adoración está siendo comercializada y adaptada al público. Me temo que estamos viendo una cultura que busca cánticos nuevos para que sean «hits» que todo el mundo cante aunque reboten en las paredes de un centro. Y todo por no entender la inteción de Dios y por no vivir el momento presente como el más importante. Y puedo decir esto porque lo he vivido, porque en una etapa de mi vida fui esa persona que buscaba tener buenas canciones que le gustaran al pueblo, ¿con qué fin? ¿Para que afanarnos, o poner en nuestros hombros la carga de agradar a las personas? Al final del día nuestra adoración es única y exclusivamente para Dios; quién nos llamó como adoradores en espíritu y en verdad. Ahora, esto no significa que ningún cántico espontáneo es para el pueblo, claro que sí, pero será Dios quién nos lo entregue en el momento preciso para que fluya sin ningún tipo de distracción y sin perder el punto.
Recuerdo una vez que estaba enfocada en aprenderme una canción en el piano para hacer un video y subirla a mis redes sociales. Mi mejor amigo, luego de que me la aprendí y la puse en mis redes me dijo «Bianca, ¿cuál fue el punto? ¿Te la aprendiste para Dios, o para que tus amigos lo vieran? No tiene sentido.» Y sus palabras me pegaron fuerte en mi espíritu porque supe que era cierto.Ahora bien, no todo el que sube un vídeo lo hace por eso, pero es para dejar claro lo fácil que es perder el enfoque en Dios.

Entonces veo que detalle es que esto pasa con todo, no solo con los cánticos espontáneos. Esto pasa cuando queremos hacer un prédica de todo lo que Dios nos revela, sin consultar si es el tiempo de hablarlo o si es simplemente algo que Dios nos dijo como amigos.Esto pasa cuando queremos aprender una nueva canción en un instrumento solo para enseñarlo a las personas. Esto pasa cuando queremos hacer mucho para Dios pero sin Él.  Vivimos en una cultura que alimenta la necesidad por la atención y el reconocimiento pero si algo he aprendido es que de nada vale que el mundo te conozca si Dios no está en lo que haces.

En fin, lo que vine a decirte con este escrito es que te enfoques en lo que realmente importa: enfócate en Dios y en tú relación con él pues su misma palabra dice:

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” S. Mateo‬ ‭6:6‬

Recordemos que hacer mucho para Dios, sino es en su tiempo y en su voluntad es desobediencia. Y como dije en mi primer escrito, la esencia de la adoración es la obediencia a Dios. ¡No olvidemos lo básico!

¡Sean bendecidos!

Bianca Paola

© 2016 Pote de Sal
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I remember the first time Lito talked to me about Pote de Sal and what my role would be in this blog. The thing is that when he told me that my main focus would be worship I thought it was convenient for me. In that moment I was in the worship ministry and I had that direct access to ministry worship. Nevertheless, God is an expert changing our surroundings. By the time of my first writing on this blog I was not a part of the ministry because God had decided that I was to take a different path.
To my surprise I have learned more about worship out of the ministry than what I learned being in it. And please don’t get me wrong, I love the calling God has given me; nevertheless I learned that it is not everything, that it is not necessary, and that it does not, in any way, define me as a child or worshiper of my Father.

     When you read my writings I want you to remember one thing: I will always talk to you about my experience in life and what I have lived through personally. I would not have the audacity of talking about something in which God has not revealed himself to me. I have a lot of thoughts for this particular writing because it has been developing inside of me little by little. Before talking about the experience in particular I want you guys to know how much passion I feel towards spontaneous worship. In a countless amount of times the Scriptures talks to us about spontaneous worship; and it makes sense, there is always something new to say to our God. God himself is manifested through these.

 

“And He has put a new song in my mouth, a song of praise to our God. Many shall see and fear (revere and worship) and put their trust and confident reliance in the Lord.»

‭‭Psalm‬ ‭40:3‬

 

I was used to having a new spontaneous song, share it with the ministry and before the service was over we would all sing it in one voice, it would be repeated and honestly it was something beautiful. Nevertheless, deep inside of me I would stop worshiping to find rhymes, to focus on something that would be easy for people to capture and in that moment God’s intention behind the spontaneous worship would be lost. And yes, there are times in which spontaneous worship is for the enjoyment of the whole body of Christ, but I have learned that spontaneous songs, in their majority, are an expression of our being longing for our Father in a moment of vertical connection rather than horizontal connection.

A couple of Sundays ago I started having a recurrent experience, it is there where this writing was born and it is through these experiences that God has opened my understanding to this. Every Sunday in our worship as a body of Christ we allow then spirit yo flow in spontaneous worship, like I said before our being longing for our Father. And when I talk about letting it flow in spontaneous I do not only mean the people that God has chosen to sing with a microphone; I am talking about each and everyone of us who have been given a voice to sing about his beautiful qualities.

However, it has been four Sundays in which my spontaneous worship has carried beautiful lyrics and I recognize that it is the Holy Spirit because I do not think nor organize my thoughts; I simply open my mouth and let Him do His will. The first Sunday that it happened I stopped singing to write the lyrics down, to my surprise when I reread the lyric I no longer remembered the melody. The second Sunday I tried recording the song but every time I tried the same thing happened, I could not remember the melody. After that day I decided that I would not do anything more than enjoying the songs God gave me in that intimate moment with Him. It was then that God talked to me about the importance of enjoying our moment with just him.

I fear that worship is being commercialized and adapted to the public. I fear that we are living in a culture that is looking for new songs to be hits, songs that everyone can sing even if they bounce in the walls of the room. And all of it happens because we are not able to understand the intention of God and for not living the present moment like the most important moment. And I can say this because I have lived it; because at a given point in my life I was that person seeking new songs that everyone would like, but to what end? Why should we stress or put on our shoulders the burden of making people like us or what we do? At the end of the day our worship is uniquely and exclusively to God; Who has called us as worshipers in spirit and in truth.

Now, this does not mean that none of our spontaneous songs will be for the enjoyment of the whole body of Christ, of course that will happen; but it will be God who will give it to us in the precise moment so it can flow without any distraction and without us losing the focus on Him. I remember this one time when I was completely focused on learning this new song on the piano to make a video and put it on my social media. My best friend, after I had learned it and put it in all my social media said to me: «Bianca, what was the point? Did you learn it for God, or so all your friends could see it? It makes no sense.» His words hit me on my spirit because I knew it was true. Now, that does not mean that everyone that puts a video does it for the same reason, but I just want to clearly state how easy it is to lose sight of God.

Then I realize that the detail is that it happens with everything, not only with spontaneous worship. This happens when we want to write a preaching about everything that God reveals to us, without consulting if this is the time to talk about it or if it’s something that God simply shared with us as a friend. This happens when we want to learn a new song in our instrument just to show it to people. This happens when we want to do a lot for God but without God. We live in a culture that feeds our hunger for attention and recognition but if something I have learned is that it is worth nothing that the world knows you if God is not present in what you do.
Finally, what I came to tell you with this writing is that you should focus on what really matters: Focus on God and in your relationship with him for his own word says:

“But when you pray, go into your [most] private room, and, closing the door, pray to your Father, Who is in secret; and your Father, Who sees in secret, will reward you in the open.” Matthew 6:6

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Let’s not forget that to do a lot for God, if it is not in his time and in his will, is also disobedience. And like I said in my first writing, the essence of worship is the obedience to our God. Let’s not forget the basics!

Be blessed!

Bianca Paola

© 2016 Pote de Sal