Pensando un poco acerca de las situaciones que tiene que lidiar esta generación, saltó a mi mente la palabra paciencia. Sí, paciencia… En muchas ocasiones vemos como la impaciencia afecta la dinámica típica de socialización de nuestra generación. Hay noticias trágicas, problemas, discusiones, divisiones, separaciones y hasta consecuencias adversas que calificamos como resultado de la impaciencia.
Hace unos años escuché a un predicador que hablaba de nuestra generación y la denominaba como la “Generación Microondas”. Término que llamó mi atención, al punto de que a pesar de los años no he olvidado. La analogía utilizada se basaba en que en muchas ocasiones cuando el “no tengo tiempo”; se adueña de nuestros días y tenemos que, por ejemplo comer, justamente no tenemos tiempo de cocinar y buscamos algo que sea: fácil, que ya esté cocido y que solo tengamos que darle algunos minutos y listo. Pensamos: ¡Mientras más rápido, mejor!
Sin embargo, no solo se limita a esto. Hace unos años para hablar con alguna persona a distancia teníamos que hacerlo por cartas enviadas vía correo postal; ahora por medio de un email podemos entrar en contacto con la otra persona en cuestión de segundos. ¡Ya no hay que esperar! Antes para ver a alguien que estaba fuera de nuestro país, sólo podíamos hacerlo por medio de fotos (reveladas del rollito) o esperar a que viajara, mas ahora existen aplicaciones donde puedes hablar y ver en video en vivo a ésa persona. ¡Ya no hay que esperar! Antes tenías que ir al banco, a las tiendas, a las oficinas para hacer trámites personales, mas ahora puedes descargar otras aplicaciones y todo lo haces desde la comodidad de donde te encuentres. ¡Ya no hay que esperar!
Por tales razones hoy día hacer una fila, esperar un turno, que se suspenda el servicio de internet o que se te quede el celular en casa puede resultar en una crisis emocional. Estamos tan acostumbrados a que todo salga para ya, para ayer; que el esperar puede tornarse en el tormento más cruel. ¡Mientras más rápido mejor!; acuérdense que ¡No tengo tiempo!
Aunque tecnológicamente muchas cosas han avanzado, hay muchos otros eventos cotidianos que no hay manera de alterarlos. Los días siguen teniendo 24 horas, las horas siguen teniendo 60 minutos, el año sigue teniendo 365 días (sin contar años bisiestos), por lo regular la mujer embarazada pasa 40 semanas con su hijo en el vientre, los seres humanos seguimos pasando por el ciclo de la vida sin poder hacer más que atravesarlo; los días siguen pasando sin poder detenerlos. Es ahí cuando me doy cuenta que hay procesos que son inevitables e inalterables. Los seres humanos necesitamos pasar por procesos y en su gran mayoría, procesos difíciles, para poder crecernos como personas. Curiosamente es por medio de las adversidades que vemos cuán fuerte somos y cuánto hemos madurado.
Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense! La confianza que ustedes tienen en Dios es como el oro: así como la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la confianza que ustedes tienen en Dios se pone a prueba con los problemas. Si ustedes pasan la prueba, su confianza será más valiosa que el oro, pues el oro se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la confianza que ustedes tienen en Dios, porque una confianza que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.
1 Pedro 1:6-7 (TLA)
Antes bien, no hay atajos para fortalecer nuestro carácter, pasaremos tiempos adversos, sentiremos el calor de la prueba, nuestra fe será probada, pero si elevamos nuestra mirada al cielo veremos que nuestro socorro viene de Jehová. Aquel/lla cuya confianza está en El no desfallecerá; por el contrario “Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.” 2 Corintios 4:17-18 (NTV).
En conclusión, quiero dejarte muy claro que las pruebas por difíciles que nos resulten, nos ayudaran a desarrollar la paciencia que esta “generación microonda” tiene a punto de extinción. Te preguntaras y ¿por qué es importante la paciencia? Hay procesos, hay tiempos, hay temporadas que son inalterables, por las que tenemos que aguardar y que sólo la paciencia será la banca donde podremos reposar. Confiando plenamente en Dios, aprenderemos a ser paZientes; aquellos que aun en medio de las pruebas y la espera: paz sentimos, paZiente…
-Jennifer Maurás
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