Quiero hablarte de manera breve sobre el evento de donar sangre, lo que de seguro has escuchado y hasta tal vez has hecho anteriormente (te felicito por ello). Es algo tan importante, porque envuelve salvar vidas que corren por cierto peligro. El que la recibe, es porque ciertamente la necesita. Nadie dona por donar, ni se transfunde sangre porque sí. No, este proceso tiene su razón de ser.
Personas han tenido sangrados masivos necesitando reponer su volumen sanguíneo, o tal vez en su sangre hay una deficiencia de componentes importantes, y solo una donación de sangre puede solucionar el problema. El proceso es delicado, porque no todos tenemos el mismo tipo de sangre, y si se transfunde una pinta de sangre que no es compatible con el que la recibe, esto puede ser la causa de su muerte.
He estado pensando en esto toda esta semana; y no puedo evitar hacer relación con lo que Cristo hizo en la cruz por ti y por mí.
Viene al mundo, porque el mundo tenía una necesidad. Murió por todos para salvar a todos, derramando su sangre, la cual no expira, no está contaminada y para la cual su acceso no está limitado. Eso lo hace el mejor donante de todos los tiempos. Su sangre tuvo lo que nuestra alma necesitaba para ser salvos. No derramó sangre por que sí, lo hizo pensando en ti y en mí. Los caminos del ser humano conducían a destrucción y su sangre nos dio la oportunidad de redención.
De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama.
Lucas 22:20
Si piensas que no eres digno, que no eres “compatible” para recibir tan preciosa sangre, te dejo saber que ese tipo de sangre es universal, es compatible con todos y disponible para el que la acepte.
Sabes, si sientes que en tu vida algo hace falta, la sangre de Cristo lo llena todo, no importa cuán grande o pequeño sea ese vacío. Su sangre te limpia y te transforma, al punto que te hace nueva criatura. Solo tienes que aceptarla. Yo la acepté y es esa la que corre en mí, y por ella estoy aquí. ¿Aceptarías la sangre que lo tiene todo?
Bendiciones.
Shirley