Hace unas semanas atrás, mientras veía las notificaciones de Facebook en mi celular, me encontré con un post que decía así: “Soy un macho alfa, lomo plateado, pelos en el pecho, barba de leñador, conquistador de 7 mares…”. Entre las frases que leí, algunas me parecieron muy cómicas, otras no tanto, pero luego de reírme un rato, decidí buscar mas información. A medida que seguía leyendo podía percibir como estamos cubriendo nuestra verdadera identidad, así como aquel luchador que cubre su rostro con una máscara cada que vez que sube al cuadrilátero y nadie puede reconocerlo. Por esta razón quise titular esta serie “Machos Alfa”, pues es evidente la distorsión en la percepción del hombre. Deseo que en esta travesía seamos retados e inspirados por Dios y la vida de Jesús. Descubriendo en cada escrito ese hombre verdadero, que ha sido creado y llamado con propósitos y atributos que lo hacen ser un hombre digno de admirar e imitar.
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica. (Efesios 2:10)
Uno de los rasgos que se le atribuye a los machos alfa es el de seductor de mujeres. Se ha creado esta idea de que la falta de compromiso, la traición y la infidelidad en plena juventud, son características dignas de admirar en un hombre. Es aquí donde nace nuestro primer tema de la serie, ya que si no podemos ser fieles con lo poco que tenemos, será muy difícil lograr serlo en el futuro. Tu nivel de fidelidad afectará tu noviazgo, tu matrimonio, tu carrera finalizada, ese gran trabajo con el que soñabas, ese gran proyecto que tenías en mente o tu servicio en la iglesia, entre otras cosas. Quien no es fiel en lo poco que tiene, tampoco lo será cuando tenga más.
“Bien buen siervo y fiel , sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra al gozo de tu señor.” (Mateo 25:23)
La palabra fiel en griego se traduce como “pistos” que significa: una persona confiable, que no defrauda la confianza depositada en ella y que cumple con su compromiso. Supongo que al leer estas definiciones, quizás como yo, sientes que no has dado el grado o te has quedado corto. Muchos nos hemos conformado con la etiqueta de infiel y faltos de compromiso que nos brinda el concepto del “macho alfa” en diferentes áreas de nuestra vida.
“Dios quiere que seamos fieles no solo con nuestras palabras sino con nuestros hechos”
-Pablo Di Gilio
Sin embargo, cuando somos hacedores de su Palabra y lo obedecemos (Santiago 1:22) estamos siendo fieles a él. Sin importar el lugar en el que nos encontramos podemos mostrar fidelidad a Dios. Ya sea en el trabajo esforzándonos, no llegando tarde y cumpliendo con el horario. En la universidad, asistiendo a clases y estudiando regularmente el material para los exámenes. En el noviazgo y matrimonio cuando guardamos nuestros ojos, mente y corazón. Un sencillo ejemplo de esto es cuando hacemos un alto para dar una larga mirada (tu sabes la intención con la que miramos) en una foto en Facebook de quien no es tu novia o esposa, a la cual hemos prometido amar hasta el fin. De hecho, aún estando solteros, no debemos estar ilusionando sin interés genuino y mucho menos dos o tres chicas a la vez.
Otro escenario puede ser tu iglesia, ya sea por medio de tu liderazgo, servicio o cualquier tarea que desempeñas ahí. Comienza con llegar a tiempo, servir con la mejor actitud y prepararte sin importar cuan pequeña sea tu aportación, aun cuando nadie más lo pueda notar. Sé fiel aun cuando nadie te vea.
“Ese amor de Dios nos enseña que debemos dejar de hacer el mal, y no desear lo malo de este mundo. También nos enseña que, en este mundo, debemos ser honestos y fieles a Dios, y pensar bien lo que hacemos.” (Santiago 2:12 TLA)
En un momento dado te mencioné que en esta serie hablaremos sobre los rasgos que hacen a un hombre de Dios digno de admirar e imitar. Lo primero es que nuestra admiración principal debe ser a Jesús, ya que nuestros ojos deben estar puestos en Él (Hebreos 12:2) y su vida nuestro ejemplo a seguir. En 2da de Timoteo dice: Que aunque no seamos fieles, Cristo permanece fiel. El seguir sus pasos hace que nuestra vida sea de testimonio, ánimo e inspiración a otros. La Biblia nos menciona en Hechos 18:23 que Pablo visitaba diferentes regiones animando a otros seguidores a ser fieles a Jesús. En Timoteo 4:12, Pablo exhorta al joven Timoteo a que sea de ejemplo en su testimonio para que otros imiten su carácter y fidelidad al Señor.
“Sed imitadores de mi, así como yo imito a Cristo. (1ra Corintios 11:1)
No quiero hablarte como quien es perfecto y tiene todo resuelto en su vida o siempre reacciona de la mejor manera. Quiero que sepas que al igual que tú, necesito que el Señor me ayude, que continúe trabajando en mi vida, en mi carácter y mi consistencia. Necesito ser fiel en cada aspecto de mi vida. Qué alivio poder saber que aun en nuestras fallas podemos encontrar perdón, libertad, restauración y sanidad en Jesús. Su fidelidad promete seguir trabajando en nosotros hasta su regreso (Filipenses 1:6). Comprender el amor y sacrificio de Cristo por nosotros en la cruz, será nuestro principal motor a ser fieles a Jesús hasta el fin.
“No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante.” (Filipenses 4:12-13)
Bendiciones
Darío Cortés
© 2017 Pote de Sal
Amén. Ese debe ser el norte de los que esperan al Señor. Mantenerse fiel a el y el hará. Dios continúe bendiciendo tu vida en gran manera.