Machos Alfa: «Roca y Refugio»

Recuerdo de pequeño haber escuchado tantas veces a mi papá hablar sobre construcción. Con él aprendí lo importante que es la zapata o el cimiento, esa base sobre la cuál es levantada una casa, ya que si esta no se construye bien pondría en peligro la estructura fundada sobre ella y podría colapsar ante cualquier circunstancia al mostrar fallas en su cimientos.

Me parece interesante cómo se comienza el proceso de establecer los cimientos. Se suele comenzar cavando para luego instalar los elementos estructurales que sostendrán el desarrollo vertical del edificio. Lo mismo sucede en nuestra vida, nuestros cimientos deben estar profundamente arraigados en nuestro corazón, ya que nos darán estabilidad en momentos de crisis, pues edificaremos nuestra vida sobre esta base. Es necesario cavar y sacar todo aquello que no dará consistencia a nuestro fundamento.

Ahora bien, mis queridos hombres, las preguntas que debemos hacernos son:¿Sobre qué está fundamentada mi vida? ¿En dónde está puesta mi confianza? Jesús en una ocasión mientras  le enseñaba a las multitudes, les mencionó que quién oye sus palabras y no las pone en práctica es cómo un hombre insensato que construye su casa sobre la arena (Mateo 7:26) que cuando  la lluvia y el viento llegan, su casa no las resiste y termina destruida. Cuantas veces nos hemos desplomado ante las situaciones. Permitimos que el desánimo nos inunde y paralice.
Aún cuando hemos declarado que nuestra confianza está puesta en Dios. ¿Estamos construyendo nuestras casas sobre  la arena? ¿Estaremos viviendo una fe plena en el control de Dios sobre nuestras situaciones?.

“Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca”
-Mateo 7:24-25-

Son muchas las cosas en las que podrías poner tu confianza, el dinero, tus bienes materiales, tu pareja, familia, amigos, y estos pueden brindar aparente felicidad y seguridad. Estas cosas no son malas en sí mismas. Pero quien único puede brindar esa seguridad y estabilidad es Dios (Isaías 33:6). Su palabra nos enseña que podemos escoger sobre qué construiremos nuestras vidas. Podemos construir sobre aquello que el mundo nos ofrece, pero que a la larga no nos sostendrá al encontrar oposición o problemas. Pero nos da la esperanza de construir nuestras vidas en Jesús, quién es la roca que nos mantendrá seguros a pesar de las tormentas que enfrentemos.

Depositemos en él todas nuestra preocupaciones y  ansiedades, porque el cuida de nosotros (1ra Pedro 5:7). Pon tu confianza en él (Salmo 37:3-4). Que sea él lo primero en tu vida (Mateo 6:33) y verás como todo se acomoda. Él te ofrece la paz y la seguridad que el mundo no puede brindarte (Juan 14:27). Que en estos tiempos difíciles Dios pueda ser tu refugio, amparo, fortaleza y roca sobre la cual construyas tu vida (Salmo 18:2).

Darío Cortés Dioses


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