En cuanto a mí, ¡qué bueno es estar cerca de Dios! Hice al Señor Soberano mi refugio, y a todos les contaré las maravillas que haces. Salmos 73:28 NTV
Han sido días difíciles, agotadores y frustrantes. Han surgido dudas sobre si permanecer o desistir de los grandes proyectos que nacieron un dia en el corazón. El viento ha sido fuerte. Sin embargo, en medio de toda la tempestad he podido detenerme y ver cómo en tan solo un abrir y cerrar de ojos Dios ha estado presente restaurando cada marca de dolor y vicisitudes de la vida.
Como mujer considero que la peor elección que podemos tomar es vivir como si las heridas fueran una casa en la que estamos atrapadas sin salida, aun cuando la llave de la oportunidad se encuentra a tan solo un paso de distancia. Hace un tiempo me hice estas dos preguntas: ¿Acaso Dios esta lejos? o ¿Será que las heridas del pasado están opacando los propósitos perfectos de Dios para conmigo y no me permiten ver un futuro esperanzador?
A lo largo de la vida nos acostumbramos a vivir sin Jesús y nos creemos autosuficientes y es en la autosuficiencia que somos quebrantadas para Él mostrarnos que no podemos por nuestras propias fuerzas, sino que necesitamos de Su suficiencia y dirección para avanzar en la vida.
Es por esto que no debemos permitir que lo negativo influencie en nuestras vidas porque si le damos paso estamos faltando a un principio que Dios nos dejó en Su palabra: “Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.” (Prov. 4:23 NTV) No nos convirtamos en mujeres irresponsables en cuidar nuestro corazón. Debemos ser independientes de aquello que nos han marcado negativamente y ser dependientes del amor perfecto de Dios.
Aunque sintamos la fatiga del día a día debemos recordar que nuestra fortaleza la hallamos cuando permanecemos cerca de Jesús y le permitimos que nos abrace con Su gracia sin igual. Ahora bien, quizás te preguntes cuál es la respuesta a las preguntas con las que inicié este escrito, Bien, primeramente permíteme decirte que aunque todas las circunstancias nos hagan creer que Dios está lejos, Él no lo esta. Tan solo esta esperando que des ese paso con seguridad de correr a sus brazos.
“El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza.” (Salmos 34:18 DHH)
“Busquen al Señor mientras puedan encontrarlo; llámenlo ahora, mientras está cerca.” (Isaías 55:6 NTV)
Segundo, cuando fijamos nuestra vida únicamente en las heridas que nos han marcado nos desenfocamos de todo lo demás. Aun en medio de esto sé que Dios utiliza cada error para perfeccionarnos y acercarnos a Su destino glorioso. Cuando le permitimos dirigir el rumbo de nuestra vida, entonces le estamos dando la oportunidad para que el haga maravillas y transforme todo aquello en lo que quizá nadie creía que podrías alcanzar.
“Fijemos nuestra mirada en Jesús, pues de él procede nuestra fe y él es quien la perfecciona.” (Hebreos 12:2 DHH)
“¡El Señor llevará a feliz término su acción en mi favor! Señor, tu amor es eterno; ¡no dejes incompleto lo que has emprendido!” (Salmos 138:8 DHH)
La verdadera espiritualidad es aquella que actúa con pasión y firmeza para reconciliar, transformar y avivar los corazones en esta generación. Jesús está llamando a cada mujer a resplandecer y reflejar Su luz en todo tiempo.
Dios llama las cosas tal cual las creó. Eres una pieza valiosa en Sus manos y para Su reino. Todo lo que Dios creó refleja Su gloria. Nosotras somos parte de esto. Dios quiere mujeres llenas de vida, esperanza, llenas de favor y gracia, fuertes y decididas a conquistar todo lo que venga por delante.
Enfócate en Jesús, búscale y vivirás.
Con amor,
Yaileen Caba
© 2018 Pote de Sal