Travesía

¡Saludos y bendiciones! El pasando fin de semana para muchos de nosotros fue uno “largo” debido a que el lunes era feriado (Memorial Day). Mi esposo y yo decidimos hacer algo que nunca habiamos hecho: viajar aproximadamente siete horas en carro para ir a visitar a unos pastores que amamos. Nuestro punto de partida era Maryland y nuestro destino Haverhill, Massachusettss (o sea, casi llegando a New Hampshire). Para quienes han viajado más de siete horas, pensaran que “siete horas no son nah”, pero a nosotros nos causaba un poco de intriga.

Comenzamos la travesía el viernes a eso de las 4:30PM, llenamos el tanque del carro y comenzamos nuestro recorrido. Cada vez que entrabamos a un estado, tomaba una foto como record de nuestra travesía. ¡Era uno más y a la vez uno menos! En un punto del camino le dije a mi esposo: ¿quieres que nos quedemos en un hotel ésta noche y completamos el viaje mañana?; y me dijo: tenemos que seguir, estoy seguro que nos están esperando. Terminando de decir eso, recibo un mensaje de la pastora diciendo que nos iban a estar esperando y que incluso había arroz guisado, pernil y mollejitas con guineitos en escabeche. ¡Imagínese lo que eso significó para dos boricuas en la diáspora un viernes en la noche! Le subió la motivación a mi esposo inexplicablemente y dijo: te lo dije mi amor, tenemos que seguir.

Continuamos nuestro recorido entre risas, comedera, improvisaciones cantadas, etc. Fueron varios los peajes que tuvimos que pasar con distintos precios, pero finalmente llegamos. Arrivamos a nuestro destino a eso de las 12:20 A.M. Estábamos un poco cansados, pero felices de haber llegado sin problemas. Ver la cara de felicidad de estos pastores hizo que todo el cansancio se nos fuera y una gran satisfacción comenzó a llenarnos. Entre abrazos, carcajadas y alegría nos sentamos a la mesa y disfrutamos de lo prometido.

Todo esto me hizo reflexionar en nuestra vida y en cómo esta experiencia se asemeja a lo que vivimos cuando asumimos una posición de liderazgo. Iniciamos haciendo un plan, tenemos un lugar a donde deseamos llegar, pero antes de iniciarlo tenemos que llenar nuestro tanque del amor, pasión y determinación. Conscientes de que si no nos llenamos no llegaremos a nuestra meta. Son varios los objetivos que vamos a ir cumpliendo, esos que nos acercan a nuestra meta, así lo sentía cada vez que entraba a un estado. Unos estados se cruzaban relativamente rápido, pero particularmente Connecticut nos pareció una eternidad. Presisamente en ese estado fue que le pregunté a mi esposo si nos deteniamos. Yo no iba guiando, pero me puse en su lugar y
cuando me dijo “tenemos que seguir, estoy seguro que nos están esperando”, me sentí mejor y segura de que si el no estaba cansado ambos llegariamos a la meta. Si el que maneja y lleva la mayor carga dice seguimos, pues seguimos.

¿Pueden dos caminar juntos sin estar de acuerdo adonde van? Amos 3:3″

Cuando recibí el mensaje de que adicional a la bendición de encontrarnos con personas que realmente amamos, nos estaba esperando un suculento menú de nuestra amada patria (que acá son dificiles de encontrar) me dije, cuántas veces al sentir que el camino es largo nos vemos tentados a detenernos por el cansancio, sin tan siquiera imaginarnos las bendiciones que podemos perder. ¡Aunque te sientas agotado continúa!

Subiendo tomamos alrededor de ocho peajes, desde el más bajo de $2.90 hasta uno de $15.00. Distintos tramos costaban distintos precios. ¡Siempre se paga un precio! Sin embargo, todo lo vale cuando llegas a tu destino, cuando cumples la meta, cuando tus ojos pueden ver y tus sentidos experimentar la gran satisfacción de haberlo logrado.

Con amor,
Jennifer

Pd. No sólo fue el llegar, pasamos tres días siendo grandemente bendecidos. ¡Haz algo que nunca has hecho para recibir lo que nunca has recibdo!