“Dios en la cruz trató a Jesús como si hubiese vivido tu vida, para tratarte a ti como si vivieras su vida” — John MacArthur
¿Cuándo te miras al espejo, qué ves? Todos, en algún momento, hemos despreciado a la imagen que vemos. Sé que yo lo he hecho. La realidad es que como seres humanos no somos perfectos; cometemos errores, lastimamos a otros, y en el proceso nos herimos. Esta realidad muchas veces me ha quebrantado, al nivel de sentir que no tengo remedio, o que soy un caso perdido. ¿Alguna vez te has sentido así?
Siempre me ha gustado ver a Dios como a un arquitecto. Él puede ver el plano completo de nuestra vida y de todas las cosas. Mientras nosotros solo podemos ver una parte del plano según nuestra perspectiva, Él ve la imagen completa, pues Él es Dios.
Cuando Dios nos ve, Él está consciente de nuestra realidad. Sabe que cometemos errores; conoce que somos pecadores. Sin embargo, esto es solo mitad de la historia. Cuando Dios nos ve, aparte de mirar nuestra realidad, conoce nuestra posibilidad de vivir una vida nueva en Cristo Jesús. No es necesario buscar esperanza dentro de nosotros mismos, de hecho, no tiene sentido hacerlo. No podemos salvarnos por nuestras propias fuerzas, pero si podemos serlo a través su sacrificio en la cruz por nosotros.
El Dios que creó el universo y todo lo que existe vino al mundo, se hizo como nosotros, vivió una vida llena de debilidad, pero nunca pecó. Sufrió la muerte en nuestro lugar y nos dió una nueva oportunidad. Todo esto por su gran amor hacia nosotros, para acercarnos nuevamente a Él, y para que podamos vivir la vida abundante que el diseñó para nosotros desde el principio.
Amigo(a), si has vívido mi experiencia, en la que en muchas ocasiones te has sentido aplastado por la realidad de tu debilidad, quiero compartir contigo la verdad de que Cristo nos ama, ha venido a salvarnos y nos dará nuevas fuerzas. Sea que le hayas conocido y te has alejado, o nunca le has entregado tu vida, te animo a que vengas a Él en fe y descubras la libertad de vivir lleno de esperanza, bajo la cobertura de su sacrificio por ti y por mí.
Un enorme abrazo,
Paola
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
— Romanos 5:8