Vuelve, alma mía,
Al lugar de tu reposo,
Donde solías descansar
Y disfrutar de eterno gozo
Donde abundaban tus inquietudes,
Mas te alegraba la esperanza
Y en medio de tempestades
Te anclaba la confianza
Donde a pesar de tus temores
Te renovabas en Su amor
Y hallabas sanidad
Aún en medio del dolor
¡Vuelve, alma mía,
Al lugar de tu descanso
Ya no dudes más,
Ven y envuélvete en sus brazos!
Cuando miro a mi alrededor
Solo siento confusión;
¿Hasta dónde llegaremos?
Solo vamos de mal en peor
Mas en medio de estos tiempos
Donde el pecado sobreabunda
Esforcémonos en la gracia
Y que nada nos confunda
Dígamos al alma:
¡No temas, no desmayes
Pon tu confianza en Dios,
Roca fiel por las edades!
Por ello, alma mía,
Vuelve al lugar de tu reposo
Y descansa con seguridad;
Él sigue estando en Su trono.
Paola Rosario
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