Considero que este año (2019) ha pasado muy rápido, y aquí estoy haciendo mi último escrito del 2019. Si me pidieran describir mi año lo más corto posible diría: montaña rusa.  He reído, he llorado, he visto oraciones de años cumplirse, estoy experimentando un milagro, estoy clamando por ver otro gran milagro, Dios ha afirmado mi llamado, he abandonado, he abrazado, he recibido, he cambiado, he crecido, estoy en proceso, etc. Pero en medio de todo sigo dando gracias a Dios por cada uno de los tiempos que estoy viviendo.   

Todo tiene su momento; todo lo que sucede bajo el cielo ocurre de acuerdo a un plan.”

Eclesiastés 3:1

Sin duda alguna, Dios siempre tiene un plan maravilloso con nuestras vidas. Un plan que muchas veces no entendemos, pero confiamos en Su voluntad que es buena, agradable y perfecta (Rom. 12:2). Comparto de manera general algunos detalles de lo que ha sido mi año, porque al igual que tú, también soy líder. El ser líder no nos exime de pasar momentos difíciles o que estos no nos duelan porque tenemos “una gran fe”. Muchas veces estando quebrados tenemos que seguir firmes y darle fuerzas a otros cuando nuestro mundo se viene abajo. 

El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.”

Isaías 40:21

Líder, no estas solo/a en tus luchas; el Dios que te ha llamado y capacitado no te va a dejar en medio de la crisis. Es de esperarse que pases tiempos de soledad, de silencio y que sientas que sólo tienes a Dios como amigo. Serás incomprendido, criticado y señalado, pero ahí también estará Dios de tu lado. Muchas veces los lideres no encuentran con quien desahogarse o evitan hacerlo por miedo a ser juzgados. Es mi oración que en medio de los procesos que puedas estar viviendo sepas que Dios y su Palabra son respuesta, consuelo, fuerza y paz. Los malos tiempos van a pasar y los buenos tiempos están por comenzar, ánimo. ¡Recuerda que todo tiene su tiempo!  

Bendiciones

Pastora Jennifer Maurás