Y sí, hoy sigo abriendo mi corazón al decirte que Dios sigue sorprendiendome.
¡Es tan grandioso ver y saber que cada día Dios tiene algo para enseñarnos! Jamás podremos alcanzar a plenitud el entender y ver todo lo que Dios es y tiene reservado.
A veces tenemos una muy mala perspectiva de tratar de producir mucho para poder ver, ver y ver. En ocasiones somos muy ligeros en tratar de hacer muchas cosas para agradarle a Dios y nos muestre aquellas cosas que no muchos conocen. A veces buscamos a Dios por los beneficios que podemos alcanzar. Lo siento. He aprendido que Dios ama más la comunión que la producción.
En demasiadas ocasiones debemos aprender que debemos dejar que Dios actúe y nosotros quedarnos quietos. Necesitamos aprender que lo que debemos hacer es aquello que Dios nos pide y no aquello que pensamos que él nos pide.
Necesitamos saber que más que cualquier cosa Dios lo que quiere es que le obedezcamos y estemos atentos.
Puedes esforzarte mucho en hacer tanto que al final no tendrá ningun resultado. Puedes estar un año entero ayunando todos los días y quizás lo unico que Dios quiere es que le honremos en nuestro lugar de trabajo.
Vamos, piensa. ¿Cuánto estas haciendo de lo que Dios te ha dicho que hagas? Y ¿cuánto estas haciendo que Dios te dijo que no hicieras o que no era necesario hacer?
Enfocate en que Dios se sienta feliz, satisfecho, que le agrades porque le obedeces y no porque intentas impresionarlo. A la larga, Dios mira nuestro corazón; ¿cierto? Así que atento, porque Dios está muy pendiente de las intenciones de tu corazón. Deja a Dios actuar en todo en tu vida y tú solo haz aquello que el quiere que hagas.
Paz
Lito Alicea