En el pasado artículo reflexionaba sobre la importancia de la funcionalidad como hijo de ministro, donde el rol de brindar apoyo a los padres (Pastores) es de vital importancia en toda la jornada de este caminar.
Hoy te comparto otros roles, que tenemos la responsabilidad de mantenerlos presentes y no darnos el permiso de llevarlos a un nivel perecedero. Y para esto hay que trabajarlos con constancia, determinación y sobre todo con la ayuda y guía del Padre Celestial. Algunos de ellos son:
- La Oración – En ocasiones suele llegar a nuestro pensamiento que la responsabilidad de la oración tiene sello exclusivo para el máximo Líder en la casa, cuando no es así. Esta responsabilidad es una compartida, míralo de esta manera hay un círculo que debe ser sostenido por varias manos, los pastores claman por sus ovejas incluyéndote a ti como hijo carnal y también espiritual, estas oraciones sostienen a sus ovejas y a la obra del Señor, pero debe existir otro canal que interceda y ore por quienes son Los Ángeles que Dios ha llamado para este tiempo, y ese eres tú.
- Escuchar – Parte de las funciones de un Pastor es convertirse en consejero, brindando terapia espiritual y por consiguiente teniendo la habilidad de escuchar. Esto forma parte del día a día de un ministro. Existen panoramas que como humanos ellos se desgastan y se agotan; ellos también necesitan de alguien que le preste sus oídos y ser escuchados. Es una manera de ventilar y es una manera de recobrar nuevas fuerzas.
- Abrazar – Otro rol que nos concierne, es el del abrazo ante las desilusiones y momentos retantes que todo ministro le toca experimentar. Que cuando a ellos le den la espalda, y sufran todo tipo de embate o calumnias, puedas ser ese eslabón que los reinicie
El contrato de estos roles tiene fecha de efectividad, pero no de caducidad, es uno que crea alianza perpetua con todos los que forman parte de la Pastoral. El caminar hacia una misma dirección siempre será pieza clave para un ambiente de armonía, acoplamiento, responsabilidades compartidas, donde traen como resultado, el mejor rendimiento a la obra del Señor y a nuestro Padre Celestial.
Es importante entender, que el ministerio del Padre es extensivo a los hijos, entonces si nos vemos como una familia dada al Pastorado los resultados serán de mayor bendición y las cargas pueden tornarse en unas livianas.
¡Activa, cuida y ejerce tus roles!
Con todo el Cariño,
Betzy