Dentro de los temas de educación cristiana que tenía muy dentro de mi corazón y deseaba conversar con ustedes se encontraba la importancia de prepararnos antes de exponer algún mensaje, sermón, exhortación, predicación, etc. No importa cómo usted le llame, cuán largo o corto sea su mensaje, es importante desarrollarlo con responsabilidad. Usted y yo como voceros la Palabra Viva debemos comprender lo transcendental que es cumplir con nuestra Gran Comisión, pero debemos hacerlo bien (está claro que se predica de diversas formas, pero en esta ocasión quiero enfocarme en la predicación hablada). Hoy día, existen un sinnúmero de recursos electrónicos que pueden ayudarnos a informarnos antes de exponer algún mensaje/prédica; plataformas digitales en las que podemos comparar varias versiones bíblicas, diccionarios bíblicos, entre muchos otros recursos.
La Gran Comisión: Mateo 28:18-20
Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Muchas personas han errado y han hecho errar a otros debido a una interpretación literal o errónea de lo que leyeron en la Biblia. En la era digital en la que vivimos y teniendo tantos recursos disponibles (muchos de ellos gratuitos), no tenemos excusa de no educarnos o por lo menos invertir un poco de tiempo leyendo y educándonos antes de presentar alguna prédica. Sé que esto podrá sonar tedioso o alguna persona pueda pensar que esto no es necesario, pero la realidad es que, aunque la Biblia es la palabra de Dios, la misma cuenta con un bagaje histórico que al conocerlo podemos darnos cuenta de muchos detalles que a simple vista no son expuestos.
2 Timoteo 4:2
Predica la palabra; insiste a tiempo {y} fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
Aunque muchas veces se utiliza la frase “esto es para Dios” como excusa para no dar excelente; la verdad es que por ser para Dios es que debemos esforzarnos por hacerlo lo mejor que podamos. La excelencia cuesta, la excelencia no es cómoda, la excelencia no es fácil… sin embargo, no hay mayor satisfacción que sentir que todo ese esfuerzo no es en vano. Inicialmente es un proceso de auto enriquecimiento de conocimiento que puede luego ayudar a enriquecer a otros. ¡Si es para Dios, hay que hacerlo bien!
Salmos 150:2
Alabadle por sus hechos poderosos; alabadle según la excelencia de su grandeza.
Ps. Aquí te comparto varios términos de formas en las que se estudian las Escrituras y el desarrollo de los sermones.
Exégesis – proceso por medio del cual una persona estudia, explica o interpreta un documento. La palabra “exégesis” proviene de dos palabras griegas que, combinadas, quieren decir “sacar de.”
Hermenéutica – la hermenéutica bíblica es la teoría de la interpretación de las Sagradas Escrituras. Estudia todo el proceso interpretativo, desde la determinación del sentido original del texto (exégesis) hasta la exposición de su mensaje por medio de la enseñanza o la predicación.
Homilética – disciplina que estudia la teoría y la práctica de la predicación cristiana. Abarca todos los aspectos relacionados con la predicación, desde la preparación hasta la presentación del sermón. Estudia estos elementos a la luz de la historia y la teología de la predicación.
Estas definiciones fueron tomadas de la Biblia para la predicación © Sociedades Bíblicas Unidas, 2012.
Uno de los muchos recursos digitales: biblegateway.com
Jennifer Maurás
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