A modo de introducción para ustedes, este año como escritora de líderes quisiera dedicarme a hablar acerca de lo que es servir y su importancia en nuestras vidas. Pero ojo, no es que sepa todo sobre el servicio, tampoco pretendo pretendo darte un seminario del tema. No, sino que mi meta es aprender lo más que pueda de ello para así trasmitirlo con amor a ustedes.
Verán, todo esto surge porque este año 2021 quise unirme al ministerio de servicio en mi iglesia. Lo hice por ciertas razones, una de ellas es que en tanto tiempo que llevo congregándome no había participado de manera oficial en tal ministerio y el segundo es porque quería descubrir qué más podía aprender del servicio en el.
Tal vez pensarás (yo también llegué a pensarlo): “Shirley, ¿qué vas a aprender en el ámbito espiritual sobre el servicio, preparando el templo antes de un culto, acomodando sillas, recogiendo basura, recibiendo y despidiendo a los feligreses en las entradas del edificio?” Francamente, mi respuesta es que no sé. Eso es lo que quiero averiguar.
Saben, son en los pequeños detalles que podemos aprender mucho más. Con esto pretendo estar más consiente de las cosas que hago por Dios y para Dios, no menospreciando las cosas simples en donde podemos mostrar el don de servicio, sirviendo al prójimo.
Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
Marcos 10:45
Recordemos que Jesús es el mejor ejemplo de servicio que podemos encontrar en la Biblia, que siendo un gran líder, supo poner a un lado sus propias necesidades para así ayudar a otros. Entonces, ¿cuánto más nosotros? Como líderes, sean cual sean nuestras responsabilidades, que nuestro deber sea siempre servir con amor. Normalicemos en nuestras vidas servir a otros como Jesús así mismo sirvió a la humanidad.
Te invito a que junto a mí explores este tema y hagas el servicio partícipe en tus quehaceres diarios. Aunque sea en el más mínimo detalle, te encuentres sirviendo sin esperar nada a cambio.
Con amor,
Shirley