En medio de: lo desconocido

Que bellos son los cambios… Después que los asimilamos y entendemos el propósito de ellos cuando ocurren. Pero ¿qué pasa antes de esa asimilación al cambio? 

Cuando nos enfrentamos a lo desconocido ocurre una de dos cosas: nos lanzamos con entusiasmo o nos da miedo. En esta ocasión, quiero hablar particularmente de la adoración cuando nos estamos enfrentando a un cambio en nuestra vida que no estábamos anticipando; aquel que nos está sacando poco a poco de nuestra zona de comodidad y nos atemorizamos. 

Cuando nos enfrentamos a estos momentos de cambios, lo más difícil que se nos hace a nosotros es aceptar que no tenemos el control. Por lo menos para mí esa es la cosa más difícil. Nos gusta estar al tanto y hasta anticiparlo todo, pero cuando nuestros planes se ven frustrados o cambiados de repente, llega a nuestra mente la confusión; es como un laberinto: sabemos que hay una salida, pero no sabemos llegar a ella.

Pienso fácilmente en David; y no te debería sorprender porque este hombre tuvo una vida bien caótica y de muchas pruebas. David fue ungido como rey de Israel, pero su reinado no comenzó de inmediato, de hecho, aún antes de comenzar a reinar, tenía a Saul detrás de él para asesinarlo. Estoy bien segura de que David nunca había experimentado cosa igual, y pudo haberse sentido confundido, pues todo estaba como al revés. Pero hay algo que David siempre hizo: miró para el cielo, clamó a Dios y le adoró. 

Si observas los Salmos, no todos son muy alegres, y creo que nos podemos ver reflejados en ellos. En muchos de ellos David le cuestiona a Dios su presencia en su situación. Ahora, eso no significa que Dios no esté presente; tu incapacidad de ver a Dios en el momento no significa que no esté ahí poniéndolo todo en su lugar y trabajando en ti. De hecho, cuando adoramos a Dios en medio de lo desconocido, primero, Él se hace conocido para ti; se muestra en tu vida y la transforma. Segundo, es la declaración de amor y confianza más hermosa porque le estás diciendo: 

Señor, aun cuando no sé qué va a pasar o qué voy a hacer, confío que Tú sí lo sabes; Tú tienes el control.

En inglés se le dice a esto de lo desconocido “the wilderness” o “la selva”, no sabes para donde vas ni cómo vas a sobrevivir entre tantas cosas que pueden surgir en el camino. Pero aquí te voy a dar la clave: adora, reconoce a Dios en todo, en el pasado se ha mostrado fiel y lo hará en tu presente y tu futuro. Te aseguro que no verás las cosas de la misma manera.

“Me gozaré y me alegraré en tu amor inagotable, porque has visto mis dificultades y te preocupas por la angustia de mi alma”.

Salmos 31:7 (NTV)

Sigue adorando,

Daina Liz

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