Hace poco más de un mes nos tocó volver a una nueva normalidad. Comenzar la escuela o la universidad de forma presencial en medio de una pandemia puede causar un sentimiento agridulce. Por un lado, estaba el anhelo de volver al salón de clases y compartir junto a nuestros compañeros mientras que por el otro estaba la incertidumbre de saber cómo se manejaría los protocolos de salud en estos ambientes.

Teniendo este panorama en frente, es claro que sólo una cosa nos restaba y era el confiar plenamente en Dios.

El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.

Deuteronomio 31:8

Esta porción significó muchísimo para mi, Dios ministró mi corazón y espero que hoy pueda ministrar el tuyo. Muchas veces cuando nos toca enfrentarnos a algo desconocido el temor y el desánimo llegan a nuestras vidas. Sin embargo, es en ese momento donde tenemos que mirar hacia adelante y darnos cuenta de que el Señor mismo está marchando frente de nosotros abriendo caminos y cuidándonos de todo lo que se acerca.

Es claro que a nosotros nos toca una parte, tenemos que ser diligentes y cuidarnos en la manera que nos sea posible. Pero también tenemos que aceptar que nos enfrentamos a una nueva realidad y que tarde o temprano tendríamos que caminar sobre ella.

Mi anhelo es que tu experiencia durante este tiempo de regreso a clases presenciales es que puedas experimentar el cuidado de Dios y sobre todo puedas adaptarte a los cambios que están sucediendo.

Cuando sientas temor o incertidumbre aférrate a su Palabra y pídele a su Espíritu Santo que te de dirección. No olvides nunca que mientras Él guíe nuestros pasos todo estará bien.

Ya que vivimos por el Espíritu, sigamos la guía del Espíritu en cada aspecto de nuestra vida.

Gálatas 5:25

Mucho éxito durante este semestre académico.

Bendiciones y un abrazo,

Neisha.