Mientras te escribo estas letras estoy aprovechando mi tiempo de descanso en el trabajo. Esta semana ha sido bastante intensa, me he sentido muy cansado.

Cada día sabemos el porqué trabajamos, que nos motiva, cual es nuestra meta. Por más que nos guste lo que hacemos, tenemos un fin al que queremos llegar. Quizás pagar la hipoteca de tu casa, el préstamo del auto o para ese viajecito en vacaciones. Debe haber un esfuerzo y eso te llevará a cansarte. Sí, es bastante lógico.

Menciono todo esto porque a veces queremos ser tan fuertes y súper hombres y nos pasa por la mente que podemos con todo. Que el cansancio es mental y que simplemente hay que seguir con lo que hacemos para llegar a esas metas. Eso, amigo, no es bueno, no es correcto.

El cansarte es algo normal y es algo que debes aceptar y respetar. No eres un robot, eres un ser humano.

Yo, he estado cansado y cuando llego a casa, lo más que me gusta es poder descansar junto a esposita. Ella me ayuda a descansar y hasta me “obliga” a hacerlo.

Jesús dijo: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados de sus trabajos y cargas, y yo los haré descansar.”

San Mateo 11:28 DHH94PC

No solo trato de transmitir la importancia de descansar luego de nuestros turnos de trabajo, también necesitamos aprender a descansar de las luchas mentales, las cargas y todo aquello que nos preocupa.

Escudriña la idea de soltarle todo a Jesús, él está dispuesto a recibir tus cargas y hacerte descansar. Conoce también la gran oportunidad de hacerlo con tu pareja. Incluso si tienes hijos mayores, también con ellos te puedes apoyar.

Ya no estés cansado. Descansa en Dios. Descansa en tu pareja. Paz

Lito Alicea